Tu primera sesión de terapia: Qué esperar y cómo prepararte

Acudir a la primera sesión de terapia puede generar ansiedad, incertidumbre y múltiples preguntas. Esta reacción es completamente normal: estás a punto de compartir aspectos íntimos de tu vida con un desconocido en un contexto que probablemente es nuevo para ti.

Este artículo te proporciona información basada en evidencia sobre qué ocurre en una primera sesión de terapia psicológica, cómo prepararte y qué puedes esperar del proceso inicial. El objetivo es reducir la ansiedad anticipatoria y ayudarte a aprovechar al máximo esta primera consulta.

Antes de la sesión: Preparación práctica

1. Aspectos logísticos

Confirma los detalles:

  • Fecha y hora exacta
  • Modalidad (presencial u online)
  • Dirección o enlace de videollamada
  • Duración estimada (típicamente 50-60 minutos)
  • Costo y forma de pago
  • Política de cancelación

Para sesiones presenciales:

  • Llega 5-10 minutos antes
  • Ubica estacionamiento si es necesario
  • Considera tiempo de traslado y tráfico

Para sesiones online:

  • Prueba tu conexión a internet
  • Verifica que funcionen cámara y micrófono
  • Elige un espacio privado y tranquilo
  • Ten auriculares disponibles para mejor privacidad
  • Cierra otras aplicaciones que consuman ancho de banda

2. Preparación emocional y mental

Reflexiona sobre tu situación:

Aunque no es obligatorio, puede ser útil reflexionar previamente sobre:

  • ¿Qué te trae a terapia? ¿Cuál es el problema principal que te motiva a buscar ayuda?
  • ¿Cuándo comenzó? ¿Hubo un evento desencadenante específico?
  • ¿Cómo afecta tu vida? ¿Qué áreas están impactadas? (trabajo, relaciones, salud, etc.)
  • ¿Qué has intentado? ¿Has buscado ayuda antes? ¿Qué funcionó o no funcionó?
  • ¿Qué esperas lograr? ¿Cuáles serían señales de que la terapia está funcionando?

No necesitas tener todas las respuestas:

Es importante aclarar que no necesitas llegar con un «discurso preparado». Muchas personas no tienen claridad completa sobre lo que les pasa, y parte del trabajo terapéutico es precisamente ayudarte a entenderlo. La incertidumbre, confusión o dificultad para expresarte son completamente válidas.

3. Considera llevar información relevante

Si aplica a tu caso, puede ser útil llevar:

  • Lista de medicamentos actuales
  • Informes de tratamientos psicológicos o psiquiátricos previos
  • Estudios médicos relevantes
  • Notas sobre síntomas o patrones que hayas observado

Durante la primera sesión: ¿Qué va a ocurrir?

Fase 1: Bienvenida y encuadre (5-10 minutos)

El terapeuta comenzará estableciendo el encuadre terapéutico, que incluye:

Presentación profesional:

  • Breve información sobre su formación y enfoque
  • Explicación de cómo trabaja

Aspectos éticos y legales:

  • Confidencialidad: Todo lo que compartas está protegido por secreto profesional
  • Límites de la confidencialidad: Situaciones excepcionales donde la confidencialidad puede romperse:
    • Riesgo inminente de daño a ti mismo o a terceros
    • Abuso o maltrato de menores
    • Orden judicial

Aspectos prácticos:

  • Duración de las sesiones (típicamente 50 minutos)
  • Frecuencia recomendada (generalmente semanal al inicio)
  • Política de cancelaciones
  • Honorarios y forma de pago
  • Medio de contacto entre sesiones (si aplica)

Consentimiento informado:

  • En la primera sesión, firmarás un documento donde confirmas que comprendes las condiciones del tratamiento
  • Este es un requisito ético de la práctica profesional

Fase 2: Evaluación inicial (30-40 minutos)

Esta es la parte central de la primera sesión. El terapeuta realizará una evaluación clínica a través de preguntas sobre diferentes áreas de tu vida.

Motivo de consulta:

  • «¿Qué te trae a terapia?»
  • «¿Desde cuándo experimentas esto?»
  • «¿Cómo afecta tu vida diaria?»

Historia del problema:

  • Evolución temporal de los síntomas
  • Factores desencadenantes o precipitantes
  • Intentos previos de solución
  • Tratamientos anteriores (psicológicos o farmacológicos)

Áreas de funcionamiento:

El terapeuta explorará diferentes dominios de tu vida para tener una visión integral:

  • Estado emocional: Ánimo, ansiedad, irritabilidad
  • Pensamientos: Preocupaciones, rumiación, pensamientos intrusivos
  • Conductas: Cambios en hábitos, evitación, compulsiones
  • Relaciones: Familia, pareja, amistades, compañeros
  • Trabajo/estudios: Rendimiento, concentración, ausentismo
  • Salud física: Sueño, apetito, energía, enfermedades
  • Ocio y autocuidado: Actividades placenteras, hobbies

Historia personal relevante:

  • Infancia y desarrollo
  • Eventos vitales significativos
  • Pérdidas, traumas o cambios importantes
  • Dinámica familiar
  • Historia académica y laboral

Evaluación de riesgo:

En todos los casos, el terapeuta evaluará:

  • Ideación suicida: Pensamientos de hacerse daño
  • Ideación homicida: Pensamientos de hacer daño a otros
  • Consumo de sustancias: Alcohol, drogas, medicamentos

Esta evaluación no implica juicio, sino que es parte del protocolo estándar de seguridad.

Fortalezas y recursos:

Un buen terapeuta no solo explora problemas, sino también:

  • Redes de apoyo disponibles
  • Fortalezas personales
  • Estrategias de afrontamiento previas que han funcionado
  • Motivaciones y valores personales

Fase 3: Devolución y plan de tratamiento (10-15 minutos)

Devolución inicial:

El terapeuta te dará una primera impresión sobre:

  • Su comprensión de tu situación
  • Posible conceptualización del problema
  • Si considera que puede ayudarte o si recomienda derivación

Propuesta de tratamiento:

  • Enfoque terapéutico recomendado y por qué
  • Objetivos terapéuticos iniciales (estos pueden ajustarse)
  • Frecuencia y duración estimada (cuando es posible estimarla)
  • Qué puedes esperar del proceso

Expectativas realistas:

Un terapeuta ético y competente:

  • No promete «curas» rápidas o milagrosas
  • Explica que la terapia requiere compromiso y tiempo
  • Menciona que el progreso no siempre es lineal
  • Aclara tu rol activo en el proceso

Espacio para preguntas:

El terapeuta debe abrir espacio para que hagas todas las preguntas que necesites:

  • Sobre el diagnóstico o conceptualización
  • Sobre el enfoque terapéutico
  • Sobre aspectos prácticos
  • Sobre dudas o inquietudes

Qué puedes esperar emocionalmente

Emociones normales durante y después de la primera sesión:

Durante la sesión:

  • Nerviosismo o ansiedad: Completamente normal al compartir información personal
  • Vulnerabilidad: Hablar de temas difíciles puede hacerte sentir expuesto
  • Alivio: Muchas personas experimentan alivio al finalmente compartir su carga
  • Emociones intensas: Puedes llorar, enojarte o experimentar emociones fuertes. Esto es parte del proceso y el terapeuta está preparado para acompañarte

Después de la sesión:

  • Cansancio emocional: Hablar de temas difíciles es agotador
  • Alivio o esperanza: Sensación de haber dado el primer paso
  • Dudas: «¿Hablé demasiado/muy poco?» «¿Le caí bien?» Estas dudas son muy comunes
  • Intensificación temporal: Algunos síntomas pueden intensificarse brevemente al remover contenido emocional; esto suele normalizarse en 24-48 horas

¿Qué pasa si lloro en la sesión?

Llorar en terapia es completamente normal y esperado. Los terapeutas están entrenados para:

  • Sostener emocionalmente el momento
  • No incomodarse con el llanto
  • Permitir que las emociones fluyan sin interrumpir
  • Ofrecer contención sin minimizar tu experiencia

No hay necesidad de disculparse por llorar. Las emociones son información valiosa para el proceso terapéutico.

Después de la primera sesión: Evaluando la experiencia

Dale tiempo a la relación terapéutica

La investigación sugiere que necesitas al menos 3-4 sesiones para evaluar adecuadamente si hay compatibilidad con el terapeuta (Horvath & Greenberg, 1994). La primera sesión es primordialmente evaluativa, y la relación terapéutica se construye gradualmente.

Señales positivas después de la primera sesión:

  • Te sentiste escuchado y respetado
  • El terapeuta demostró comprensión de tu situación
  • Hubo claridad sobre el proceso y expectativas
  • Te sentiste seguro (aunque vulnerable)
  • Tienes cierta esperanza sobre el tratamiento

Señales de alerta que requieren atención:

  • Sentiste juicio o invalidación
  • Falta de profesionalismo
  • No hubo claridad sobre el proceso
  • El terapeuta habló excesivamente de sí mismo
  • Propuestas no éticas o poco claras
  • Promesas poco realistas

Si experimentas señales de alerta, es válido buscar una segunda opinión o cambiar de terapeuta.

Preguntas frecuentes

¿Qué pasa si no sé por dónde empezar a hablar?

El terapeuta te guiará con preguntas. No necesitas tener un discurso estructurado. Puedes simplemente decir: «No sé bien por dónde empezar» o «Vengo porque me siento mal pero no sé exactamente qué me pasa». Esto es información válida.

¿Tengo que contarlo todo en la primera sesión?

No. Puedes ir a tu propio ritmo. Algunos temas son más difíciles de abordar, y está bien tomarse tiempo. Puedes decir explícitamente: «Hay algo más que me cuesta hablar, pero todavía no me siento listo».

¿Puedo llevar a alguien conmigo?

Esto depende del profesional y la situación:

  • En terapia de adultos, generalmente las sesiones son individuales
  • En terapia infanto-juvenil, los padres suelen participar
  • En casos específicos (primera vez, ansiedad severa), algunos terapeutas permiten que alguien te acompañe a la sala de espera

Es mejor consultarlo previamente con el terapeuta.

¿Qué pasa si me arrepiento o me siento peor después?

Es normal tener dudas o sentir intensificación emocional temporal. Esto no significa que la terapia no funcione. Sin embargo:

  • Si persiste el malestar intenso, comunícalo en la siguiente sesión
  • Si hay crisis, consulta recursos de emergencia (líneas de ayuda, emergencias hospitalarias)
  • Si sientes que la relación no es adecuada, puedes buscar otro profesional

¿Cuándo empezaré a sentirme mejor?

Esto varía según:

  • Tipo y severidad del problema
  • Enfoque terapéutico utilizado
  • Tu compromiso con el proceso
  • Circunstancias vitales actuales

Evidencia científica:

  • Para depresión leve a moderada: Mejoras significativas entre 8-16 sesiones de TCC (Cuijpers et al., 2013)
  • Para trastornos de ansiedad: Mejoras entre 12-20 sesiones (Springer et al., 2018)
  • Para trauma: Variable, pero típicamente requiere más tiempo

El terapeuta debe poder darte una estimación más específica según tu caso.

Mitos comunes sobre la primera sesión

Mito 1: «El terapeuta me dará la solución en la primera sesión»

Realidad: La primera sesión es primordialmente de evaluación. Las soluciones se construyen colaborativamente a lo largo del proceso.

Mito 2: «Tengo que estar muy mal para ir a terapia»

Realidad: La terapia no es solo para crisis severas. Es válida para:

  • Prevención
  • Desarrollo personal
  • Dificultades cotidianas
  • Momentos de transición

Mito 3: «Si el terapeuta no me da un diagnóstico inmediato, no es competente»

Realidad: Algunos diagnósticos requieren varias sesiones de evaluación. Un profesional ético no se apresura a etiquetar sin suficiente información.

Mito 4: «Debo caerle bien al terapeuta»

Realidad: La relación terapéutica no es una amistad. Lo importante es que te sientas respetado, comprendido y seguro, no que «caigas bien» en el sentido social.

Mito 5: «Si lloro, el terapeuta pensará que estoy muy mal»

Realidad: El llanto es una respuesta emocional normal y esperada. No indica severidad necesariamente, sino activación emocional sobre temas significativos.

Consejos finales para aprovechar tu primera sesión

  1. Sé honesto: La eficacia de la terapia depende de tu honestidad. El terapeuta no está ahí para juzgarte.
  2. No minimices tus problemas: Si algo te afecta lo suficiente como para buscar ayuda, es válido, independientemente de si otros «lo tienen peor».
  3. Haz preguntas: No te quedes con dudas sobre el proceso, el enfoque o cualquier aspecto del tratamiento.
  4. Comunica tu incomodidad: Si algo te hace sentir incómodo durante la sesión, puedes decirlo. Esto ayuda a ajustar el proceso a tus necesidades.
  5. Ten expectativas realistas: La terapia es un proceso, no un evento. Requiere tiempo, esfuerzo y compromiso.
  6. Recuerda que puedes cambiar de terapeuta: Si después de 3-4 sesiones sientes que no hay conexión o progreso, es válido buscar otro profesional.

Conclusión

La primera sesión de terapia es un paso valiente hacia tu bienestar. Es normal sentir nerviosismo, pero también puedes confiar en que los profesionales de salud mental están entrenados específicamente para hacer de este encuentro un espacio seguro, confidencial y respetuoso.

Recuerda: no hay forma «correcta» de estar en terapia. Tu experiencia es única, y un buen terapeuta se adaptará a tus necesidades específicas. Lo más importante es tu disposición a buscar ayuda y tu compromiso con tu propio bienestar.

La evidencia científica es contundente: la psicoterapia es efectiva para una amplia gama de problemas de salud mental. Has tomado el primer paso, y eso ya es significativo.


Referencias bibliográficas

Cuijpers, P., Berking, M., Andersson, G., Quigley, L., Kleiboer, A., & Dobson, K. S. (2013). A meta-analysis of cognitive-behavioural therapy for adult depression, alone and in comparison with other treatments. Canadian Journal of Psychiatry, 58(7), 376-385.

Horvath, A. O., & Greenberg, L. S. (1994). The working alliance: Theory, research, and practice. John Wiley & Sons.

Springer, K. S., Levy, H. C., & Tolin, D. F. (2018). Remission in CBT for adult anxiety disorders: A meta-analysis. Clinical Psychology Review, 61, 1-8.

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